domingo, 21 de junio de 2009

Flea market Mottainai もったいない,勿体無い


Esta es una de esas grandes experiencias que me tocó vivir en Japón, yo sabia de la existencia de éste "mercadillo" pues semanas antes lo vi por Internet.

Así que sabiendo que era muy cerca del hotel donde me hospedaba, solamente me quedaba madrugar un poco y salir en su búsqueda. Pues sabia que era cerquita, pero en Tokyo cerca y al lado, puede pasar como en Madrid. Andando una hora y media, pero no fue así, a escasos cinco minutos del hotel y andando normal.

Yo llegué muy temprano, aún no habían puesto los tenderetes, que tampoco era gran cosa una manta en el suelo y cada cual sus cosillas un poco ordenadas.

En éste mercado o mercadillo, que como su nombre viene a indicar Flea Market (mercado de pulgas) se venden cosas usadas, viejas o que se han tenido en una estantería y ya se ha pasado un poco de moda. Deciden venderlas, pues en Japón no suelen tener trasteros para guardar las cosas y tampoco es que las viviendas sean demasiado grandes.

Hay que resaltar que te venden las cosas y te dan sus cajas originales (algunas de ellas con el precio original), sus datos y garantías. Es sorprendente que guarden las cajas y sus libros de instrucciones…

Hay que explicar que se vende no por dinero, si no, para darle utilidad a algo que se ha tenido como bueno y les da un poco de pena tirarlo. Por ello no es comparable a un rastro español.

Pero antes termino de explicar el segundo nombre Mottainai (もったいない,勿体無い, es un termino japonés que significa “un sentimiento de dar valor a algo que ya no te sirve o te has cansado de el, para reutilizarlo o darle valor nuevamente”. La expresión de ¡¡monttainai!!, suele pronunciarse como una exclamación, de algo que es útil, también como despilfarro (algo que vale mucho y con el tiempo pierde ese valor), también más significados serían “mas de lo que uno se merece”, “perverso”, “irreverente”, etc.

Por lo visto y según la historia, en la antigüedad los japoneses "mottainai" tenía diversos significados, ya que los señores daban a sus criados ropas ya usadas y objetos que no les servían, eso a ellos les hacia sentir una especie de remordimiento, una mezcla de gratitud y vergüenza.

La palabra "mottainai" esta escrita en caracteres chinos, pero fue creada en Japón basándose en una filosofía budista, y esa percepción ya explicada y en la creencia de que todo tiene un espíritu.

Mottainai es una palabra compuesta, 勿 mottai 体 nai. Mottai 勿体 se refiere a la dignidad intrínseca o de un material sagrado entidad, mientras que Nai 無い indica una ausencia o falta. Mottai también por “mochi” 勿, que significa "inevitable; innecesario debatir", y "tai 体",o "entidad; cuerpo."

"Mottai" fue originalmente utilizado en la construcción "mottai-ga-aru" 勿体が有る, literalmente "con mottai", que se refiere a una entidad digna. Hoy en día, "mottai" también se utiliza en la construcción "mottai-Buru (勿体振る)," que significa "pretencioso" o "que se transmite a sí mismo" por el supuesto más que una dignidad verdaderamente posee.

Tradicionalmente, los budistas utilizan el término "mottainai" para indicar a pesar de los residuos o el uso indebido de algo sagrado o muy respetado, tales como objetos religiosos o la propia enseñanza.

Hoy en día, la palabra se utiliza ampliamente en la vida cotidiana para indicar la pérdida de cualquier objeto material, pérdida de tiempo, o de otros recursos.

Para ir terminando el tostón, un día, llegó a Japón una mujer, la premio Novel de la paz 2004, Wangari Muta Maathai ella escucho por televisión estos tipos de mercadillos y entendió la importancia que tenían estos objetos para sus dueños y el cariño que les ponían al no tirarlos a la basura y tratar de darles un buen uso.

Seguro que quien lea estas frases, pensará (o seguirá pensando como occidental), que lo revenden y es un afan lucrativo. Pues seguiran equivocados.

Yo ya digo que no, prácticamente te regalan sus pertenencias para que les des un lugar digno y no lleguen a un basurero.

Esta señora Wangari Muta Maathai, ha construido un cinturón verde en África, con diez millones de árboles, reside en Kenia y esta completamente en la lucha por la conservación del planeta.


Ya dejando la explicación de “mottainai”, paso a contar mí vivencia personal en el “Flea market Mottainai”. Serían las ocho y media, decidí buscar el mercadillo y fue bastante fácil.

Al llegar tan pronto espere paseando entre la gente, mientras que los mendigos, se levantaban de sus bancos y me miraban con curiosidad. Anduve mirando las cosas que estaban poniendo, pero nada más llegar vi una pareja que todo lo que tenían me gustaba. Eran cosas antiguas, figuras de samuráis, de caballos, cuadros de samuráis y geishas, ya tuve claro desde el principio que de allí me llevaría algo seguro.





Miré unas cámaras de fotos, una cannon con un súper objetivo (tipo profesional) tan solo pedían 17 000 Yens (unos 105 €), lo malo es que era de carrete.



Tras ver un poco y dar una vuelta, regrese al primer puesto, donde allí un Kabuto de Samurai llamó toda mí atención. Pregunte el precio en un perfecto japonés, ¿Cuánto cuesta?, y la mujer me señaló con los dedos, tres (y sin entender muy bien, supe que eran 3.000 yens), así sin más ya me había dado cuenta que por 18 € el Kabuto sería mío, le dije todo nervioso y en otro perfecto japonés ¡¡me lo llevo!!.


Ella se ve que lo entendió y me dijo que esperase, con gestos. Cual es mí sorpresa cuando veo que no era sólo el Kabuto, si no, un mueble de madera lacada, una tela de metro cuadrado, un soporte y que quería envolvérmelo en una caja de cartón (que luego resulto ser la suya y original). Le pague con tres billetes de mil y me di otra vuelta a esperar que lo envolviese, pero ya andaba yo con prisa pues habíamos quedado en el hall del hotel a las once y ya eran las diez. Nada que en cinco minutos regreso y me dio la gran caja, varios saludos y adiós, marche a toda prisa para el hotel.

Al llegar a la habitación abrí la caja y desperté a Javier Pineño, el cual se quedo boquiabierto cuando lo vio, y más cuando le dije su precio. Me preguntó que donde estaba el mercadillo y se levanto rápido y encaminamos para allá de nuevo, acompañado de Antonio Moreno, José Antonio y yo. Dieron una vuelta y el único que compro algo fue José Antonio que compro una cámara de fotos digital (Sony) con tarjeta de dos megas, cables y cargador, y como no tenían la funda le dieron una de Nikke (donde le cabía todo), y todo por 2000 yens, unos 12 € ¡¡increíble!!.

Así que tras una pequeña vuelta decidieron decirlo al grupo ya que estaba tan cerca y así ellos pudiesen ver más cosas.

Yo al regresar, compre muchas cosas, cd de música a 10 céntimos, muñecas de manga que estaban a 2000 yens, por 500 y 100 yens. Algunas camisetas que estaban con su etiqueta de precio (no las habían usado), además la chica de las camisetas hablaba español había estado viviendo en Sevilla.

Bueno al final me traje un monotonazo de cosas del “Flea market” pero lo más preciado ha sido el Kabuto y a la postre, uno de los detalles más bonitos que me traje de Japón.




Hakken Hoshi Kabuto
Creo que la adquisición refleja claramente lo que quería exponer de Mottainai, de un objeto muy valioso y que fue muy apreciado y no se puede tirar, por lo cual, se le da un mínimo precio para que alguien le de la valoración que se merece.

Aquí lo tengo en mitad del salón de mí casa y yo más orgulloso que nada. La casualidad, un día le dije a mí mujer hazme una foto con el kabuto y cuando la vi en el ordenador ¡que casualidad!, sin darme ni cuenta. La camiseta la había comprado en Tokyo y el kanji pone SAMURAI...